Dentro de este sector se encuentran las mayores cadenas de hostelería y restauración del panorama nacional, lo que lo convierten en uno de lo más competitivos del mercado. Aunque la comida rápida siempre ha estado relacionada con “comida basura”, es un concepto que ha ido cambiando en los últimos años, principalmente porque estos establecimientos han sabido adaptarse perfectamente a las nuevas necesidades de los consumidores. Es por eso que este tipo de restaurantes ha conseguido conjugar comida de calidad con un servicio de elaboración y distribución rápido.
Otros dos factores importantes en el ámbito de la comida rápida son los precios y el servicio delivery. Este último ha contribuido a que las cadenas de franquicias de fast food continuaran dando servicio, incluso en el momento en el que la actividad hostelera dejó de funcionar normal, a causa de la pandemia.
El concepto de negocio de restaurante de comida rápida tiene su origen en Estados Unidos, y es por eso que la mayoría de marcas que operan hoy día en el mercado nacional han sido importadas del continente americano, tales como McDonald’s o Burger King.
Además de Burger King y McDonald’s que son dos referentes en este sector, siendo su especialidad la elaboración de hamburguesas, destacan también otras enseñas como Rodilla en la venta de sándwiches, Popeyes en el pollo frito y Pans & Company en la elaboración de bocadillos.
Otras marcas que destacan en este sector con productos gourmet son: Pasta Mano, enseña especializada en la fabricación y distribución de pasta artesanal italiana, 100% fresca y cocinada con ingredientes naturales de calidad; y Factoría del Ratón Pérez, un concepto de negocio que aúna en un mismo espacio gastronomía internacional con productos de origen nacional, ya que utilizan ingredientes de kilómetro cero procedentes de proveedores locales y obradores artesanales.